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jueves, 28 de septiembre de 2017

MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) tiene por objetivo mantener a las poblaciones plaga bajo el nivel de daño económico, protegiendo la salud humana y el medio ambiente, para lo cual utiliza todas las herramientas de control disponibles para el control de plagas.


M
Manejo
Hacer control, tomar decisiones de control racional de plagas que prevengan el daño económico al cultivo.
I
Integrado
Combinar diferentes técnicas para entender y combatir las plagas.
P
Plagas
Cualquier organismo vivo que puede causar daño a un cultivo (insectos, malezas, bacterias, hongos, virus, roedores, aves)
Existen tres pasos que se deben tener en cuenta: prevención, observación e intervención.
1. PREVENCIÓN
Limitar o prevenir las plagas, manejando el cultivo de manera de aumentar las poblaciones de enemigos naturales, disminuyendo los sitios o nichos de distintas plagas y/o disminuyendo alimento para las plagas.
Para romper el ciclo de la plaga algunas herramientas a usar son: rotación de cultivos, variedades resistentes de plagas, buena sanidad, remoción de plagas y hospederos, manejo de restos de cosecha, rastrojos y semillas. También existen métodos espaciales, de secuencia y de control de material de plantación o siembra.
Métodos espaciales: como, por ejemplo, usar varios patrones de cultivos, espaciamiento de plantas, cultivos intercalados, cultivos en hileras, uso de cultivo trampa o intercalados con otros, manejo del hábitat.
Métodos secuenciales: como, por ejemplo, rotación de cultivos, cultivos múltiples, cultivos entre otros o bajo otro.
Control de material de plantación/siembra: como, por ejemplo, la resistencia de planta hospedera, uso de semillas y plantas libres de enfermedades, diversidad genética del cultivo, fertilización y riego apropiado, etc.
2. OBSERVACIÓN
El objetivo de este aspecto de la protección de los cultivos es el de determinar qué medida tomar y cuándo tomarla.
Monitoreo del cultivo:
La inspección de los cultivos a intervalos regulares es un aspecto clave. Hay que averiguar cómo crecen los cultivos, las malezas, insectos y enfermedades que están apareciendo, para llegar a una decisión en cuanto al uso de fertilizantes, control de malezas, de insectos y enfermedades y finalmente la fecha en que la cosecha debe empezar.
También hay que evaluar los enemigos naturales, ya que su presencia puede permitir que se minimice el uso de productos fitosanitarios. Se debe contar el número de plagas presentes y, frente a umbrales conocidos y el número de enemigos naturales presentes en el cultivo, se puede llegar a una decisión en cuanto a las acciones apropiadas.
Sistemas de apoyo de las decisiones:
A fin de ayudar a los agricultores a tomar decisiones en cuanto a la incidencia de plagas en sus campos o predios, se hacen investigaciones para determinar en qué punto deben ser realizadas ciertas acciones. Por ejemplo: cuando la población de un insecto dañino llega a un nivel determinado en las plantas cultivadas, podría ser recomendado el tratamiento con un insecticida. Tal recomendación se haría de acuerdo a la fase de crecimiento del cultivo y la presencia de insectos benéficos.
Asimismo, es posible que asesores de organismos públicos u otros tengan programas de previsión para dar consejos a los agricultores acerca del momento de emprender actividades de control de las plagas.
Manejo regional:
Para permitir el control eficaz de ciertas plagas, es posible que haya que tomar medidas de control de gran envergadura, sobre todo cuando se trata de plagas muy móviles. En estos casos, probablemente todos los agricultores en una localidad determinada deban realizar las acciones apropiadas. Habitualmente tal acción coordinada sería organizada por organismos públicos. Por ejemplo, el manejo de mosca de la fruta.
3. INTERVENCIÓN
El objeto de las medidas de intervención directa es reducir las poblaciones de plagas a niveles económicamente aceptables. Los tipos de control son:
Químico: con sustancias orgánicas e inorgánicas. Pueden ser sintéticas, organismos o derivados de organismos (biopesticidas, feromonas, aleloquímicos, reguladores de crecimiento de insectos) o provenientes de recursos naturales (inorgánicos).
Biológico:la intervención biológica utiliza a organismos predadores, parasitoides o patógenos de plagas. Estos pueden ser introducidos directamente.
Cultural: son medidas de manejo, tradicionales o no, que pueden ser preventivas o intervencionistas. La manera de actuar es haciendo inaceptable la planta para la plaga, adecuando el establecimiento de la planta de estación o espacio o haciendo que el cultivo sea peligroso para la plaga por los tamaños poblacionales de enemigos naturales. En esta categoría se encuentran, por ejemplo, la rotación de cultivos, los cultivos intercalados, los cultivos trampa, el uso de plantas y/o semillas certificadas, la siembra y cultivo en época adecuada, el manejo de riego y fertilización apropiados, etc.
Físico: los manejos físicos pueden alterar las características físicas del ambiente para manejar las poblaciones plaga. Entre estos figuran, por ejemplo, la destrucción de residuos de cosecha, el laboreo del suelo apropiado, las barreras físicas como invernaderos y mallas,  la solarización, el manejo del nivel de humedad del suelo para manejar algunas plagas, etc.

Genético: control a través de manejo de genes, cromosomas y sistemas reproductivos de cultivos, plagas y poblaciones benéficas. Ejemplos: resistencia de planta hospedera, esterilización de insectos machos, mejora genética de enemigos naturales, etc.
En agricultura se entiende como manejo integrado de plagas (MIP) o control integrado/integral de plagas (CIP) a una estrategia que usa una gran variedad de métodos complementarios: físicos, mecánicos, químicos, biológicos, genéticos, legales y culturales para el control de plagas. Estos métodos se aplican en tres etapas: prevención, observación y aplicación. Es un método ecológico que aspira a reducir o eliminar el uso de plaguicidasy de minimizar el impacto al medio ambiente. Se habla también de manejo ecológico de plagas (MEP) y de manejo natural de plagas.
Historia
Poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los insecticidas se comenzaron a usar en gran escala, unos entomólogos desarrollaron el concepto de manejo supervisado de insectos. Según este esquema el control de insectos era supervisado por entomólogos y las aplicaciones de insecticidas se efectuaban siguiendo las conclusiones basadas en muestreos periódicos de la población de la plaga y de la de sus enemigos naturales. Esto era visto como una alternativa a la aplicación de pesticidas según el calendario. El control supervisado se basaba en el conocimiento de la ecología y de un análisis de la proyección de los ritmos poblacionales de las plagas y de sus enemigos naturales.
El control supervisado era uno de los pilares conceptuales del manejo integrado que desarrollaron los entomólogos en la década de 1950. El manejo integrado aspiraba a identificar la mejor combinación de controles químicos y biológicos para una plaga específica. Los insecticidas químicos debían usarse en la forma que causara la menor disrupción de los controles biológicos. El término integrado era así sinónimo de compatible. Los controles químicos se podían aplicar sólo después de que un muestreo regular indicara que la plaga había alcanzado un cierto nivel (umbral económico) que requería tratamiento para evitar que la población llegara a un nivel dañino (nivel de daño económico) en el cuál las pérdidas económicas superaran los costos de medidas artificiales de control.
El manejo integrado o MIP extendió el concepto a toda clase de plagas y se expandió para incluir otras tácticas además de las químicas y biológicas. Los pesticidas químicos se podían usar sólo como parte de un esfuerzo integrado y tenían que ser compatibles con otras tácticas de control para toda clase de plagas. Otras tácticas como resistencia de la planta alimento contra sus parásitos y manipulaciones de cultivo entraron a formar parte del arsenal de MIP. Éste se convirtió en un sistema multidisciplinario que incluía expertos en entomologíapatología vegetalnematodes y malezas.
En los Estados Unidos MIP se convirtió en política nacional en febrero de 1972 cuando el presidente Richard Nixon ordenó a las agencias federales que dieran pasos propiciando el concepto de aplicación de MIP en todos los sectores significativos. En 1979 el presidente Jimmy Carter estableció un comité coordinador de agencias de MIP (IPM Coordinating Committee ) con la función de asegurar el desarrollo e implementación de las prácticas de MIP.
Como funciona MIP
MIP puede ser un régimen simple o complicado. Originalmente el principal foco de los programas MIP eran las plagas de la agricultura​ Por extensión los programas MIP también se aplican a enfermedades, malas hierbas y otras pestes que interfieren con el manejo de agricultura, jardinería, estructuras arquitectónicas, territorios silvestres, etc.
Un programa MIP se basa en los seis componentes siguientes
·         Niveles aceptables de plagas. El énfasis está en “control” no en “erradicación”. MIP mantiene que la erradicación completa de una plaga es a menudo imposible y que intentarlo puede ser sumamente costoso, insalubre y en general irrealizable. Es mejor decidir cual es el nivel tolerable de una plaga y aplicar controles cuando se excede ese nivel (umbral de acción).
·         Prácticas preventivas de cultivo. La primera línea de defensa es seleccionar las variedades más apropiadas para las condiciones locales de cultivo y mantenerlas sanas, junto con cuarentenas y otras ‘técnicas de cultivo’ tales como medidas sanitarias (destruir plantas enfermas para eliminar la propagación de la enfermedad, por ejemplo).
·         Muestreo. La vigilancia constante es el pilar de MIP​ Se usan sistemas de muestreo de niveles de plagas, tales como observación visual, trampas de esporas o insectos y otras. Es fundamental llevar cuenta de todo así como conocer el comportamiento y ciclo reproductivo de las plagas en consideración. El desarrollo de los insectos depende de la temperatura ambiental porque son animales de sangre fría. Los ciclos vitales de muchos insectos dependen de las temperaturas diarias. El muestreo de éstas permite determinar el momento óptimo para una erupción de una plaga específica.
·         Controles mecánicos. Si una plaga llega a un nivel inaceptable, los métodos mecánicos son la primera opción. Simplemente cogerlos manualmente o poner barreras o trampas, usar aspiradoras y arar para interrumpir su reproducción.
·         Controles biológicos. Los procesos y materiales biológicos pueden proveer control con un impacto ambiental mínimo y a menudo a bajo costo. Lo importante aquí es promover los insectos beneficiosos que atacan a los insectos plaga. Pueden ser microorganismos, hongos, nematodos e insectos parasíticos y depredadores.
·         Controles químicos. Se usan pesticidas sintéticos solamente cuando es necesario y en la cantidad y momento adecuados para tener impacto en el ciclo vital de la plaga. Muchos de los insecticidas nuevos son derivados de sustancias naturales vegetales (por ejemplo: nicotina, piretro y análogos de hormonas juveniles de insectos). También se están evaluando técnicas ecológicas de herbicidas y pesticidas con base biológica.
MIP se puede aplicar a todos los tipos de agricultura e incluso a la jardinería. Es el tratamiento ideal para los cultivos orgánicos y se basa en conocimiento, experiencia, observación e integración de técnicas múltiples y que no usa opciones químicas sintéticas. En agricultura de gran escala MIP puede reducir la exposición de los seres humanos a productos químicos con potencial tóxico y puede llegar a bajar los costos.
·         1. Identificación de la plaga.
Los casos de identificación errónea pueden resultar en acciones inútiles. Si el daño a una planta debido a exceso de riego se interpreta erróneamente como causado por hongos, se aplicarían fungicidas inútiles y la planta moriría de todos modos.
·         2. Conocimiento del ciclo vital de la plaga y de sus parásitos
Cuando uno ve una plaga puede ser demasiado tarde para hacer otra cosa que recurrir a pesticidas. A menudo otro estadio en el ciclo vital es susceptible a medidas preventivas. Por ejemplo las malas hierbas que se reproducen a partir de semillas del año anterior podrían prevenirse con el uso de mantillo. También el conocimiento de las necesidades de las plagas y eliminación de éstos puede servir para eliminarlas.
3. Muestreo de sectores del cultivo para evaluar la población de una plaga.
Las medidas preventivas se deben tomar en el momento adecuado para que sean efectivas. Por eso una vez identificada una plaga se debe monitorear ANTES que se convierta en un problema. Por ejemplo en un restaurante donde puede haber cucarachas se ponen trampas pegajosas antes de su apertura y se muestrea con frecuencia para tomar acción antes que se conviertan en un problema. Lo que hay que observar incluye:
Presencia/ausencia
Distribución - ¿en todas partes o localizada?
Número - ¿aumento o disminución?
       4. Establecimiento de un umbral de acción (económico, sanitario, estético)
¿Cúal es la cantidad tolerable? En algunos casos un cierto número es tolerable. La soja es bastante resistente a la defoliación así que unas cuantas orugas cuyos números no aumentan significativamente pueden no requerir tratamiento. En cambio hay casos en que uno DEBE tomar acción. Para el agricultor ese punto es aquél en que el costo del daño causado por la plaga es MAYOR que el costo de un tratamiento. Éste es un umbral económico. El umbral puede variar según se trate de un riesgo sanitario (baja tolerancia) o simplemente cosmético (alta tolerancia en una situación no comercial). La tolerancia individual también varía; hay gente que detesta a los insectos, otros que no toleran ni un solo diente de león en el césped. Es posible adoptar una actitud de mayor tolerancia.
5. Elección de una combinación apropiada de técnicas de control.
Para cada situación se pueden considerar varias opciones. Estas opciones incluyen controles mecánicos, físicos, químicos, biológicos y culturales. Los controles mecánicos consisten en colectar los insectos manualmente o en usar redes u otros medios para excluir a plagas tales como aves o roedores. Los controles culturales incluyen mantener el lugar libre de las condiciones que favorecen a las plagas, por ejemplo usar cuidadosa limpieza en lugares de almacenaje o arrancar las plantas con señales de enfermedad para evitar la propagación de ésta.
Los controles biológicos pueden servir de apoyo por medio de conservación de los predadores naturales o por incremento de los mismos.6​ El control por incremento incluye la introducción de predadores naturales, ya sea a nivel de inundación o de inoculación.​ El control por inundación busca inundar el local con una población alta del depredador de la plaga;​ mientras que la inoculación usa un número menor de depredadores de la plaga para suplementar a una población ya existente.​ Los controles químicos incluyen aceites o la aplicación de pesticidas, ya sea insecticidas o herbicidas. Un programa de MIP usaría preferentemente pesticidas derivados de plantas o de otros materiales naturales.
6. Evaluación de los resultados.
¿Tuvieron efecto las medidas tomadas? ¿Se obtuvo la prevención o control deseado? ¿Hubo efectos colaterales indeseables? ¿Qué hacer en el futuro en un caso similar?

viernes, 1 de septiembre de 2017

Plantas medicinales

Programa Quiero Mi Barrio



Plantas Medicinales. Una planta medicinal es un recurso biológico conocido como droga medicinal, remedio herbolario o medicina tradicional. Es utilizada completamente y en otros casos sólo alguna parte, flores, fruto, tallo, etc. De la parte seleccionada, se obtienen extractos que se emplean para el tratamiento de alguna enfermedad como pudiera ser dolor de cabeza, estómago, hinchazón, etc. la acción terapéutica (alivio o mejora), se debe a que contiene principios activos. La parte de la planta empleada que contiene el principio activo puede prepararse para su uso manualmente, existen las llamadas formas galénicas, después aparecieron las fórmulas magistrales que son las mezclas de diversos principios elaborados siguiendo instrucciones definidas. Es muy frecuente emplear métodos como la decocción e infusión, para su consumo inmediato, y la preparación de tinturaselixires y ungüentos para aplicaciones a mediano plazo, actualmente ya se cuenta con presentaciones farmacéuticas como cápsulascomprimidos cremas y jarabes.
El uso de remedios de origen vegetal se remonta a la época prehistórica, y fue una de las formas más extendidas de medicina, en la que virtualmente todas las culturas conocidas tienen evidencias del uso medicinal de algunas plantas. Si bien, el uso de especies vegetales con fines terapéuticos es muy antigua, en un principio estuvo ligado a la magia, cada población construyó sus creencias en un intento de comprender su medio inmediato, algunas culturas hasta el día de hoy conservan estas creencias y la ciencia ha venido a explicar críticamente cada planta cada extracto, cada fórmula, hallando precisamente los principios activos responsables de la actividad biológica. La industria farmacéutica actual se ha basado en los conocimientos científicos modernos para la síntesis y elaboración de algunas moléculas farmacológicas análogas a las presentes en ciertas especies vegetales, y que muchas sustancias derivadas forman parte de los principios activos de medicamentos modernos, como la célebre aspirina.
Además, el proceso de verificación científico ha ayudado a encontrar este tipo de moléculas en varias especies vegetales usadas tradicionalmente como plantas medicinales, explicando ciertas propiedades terapéuticas de éstas, junto con descubrir compuestos que pueden servir como base para el desarrollo de nuevos medicamentos para distintas aplicaciones. Muchos de los fármacos empleados hoy en día —como el opio, la quinina, la aspirina o la digital— replican sintéticamente o aíslan los principios activos de moléculas iguales presentes en remedios vegetales tradicionales usados incluso en épocas prehistóricas, aun sin conocimiento de sus principios activos. Su origen persiste en las etimologías —como el ácido salicílico, así llamado por extraerse de la corteza del sauce (Salixspp.) o la digital, de la planta del mismo nombre.
El consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en los últimos años en todo el mundo y es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos por los médicos. Está extendida la falsa creencia de que los productos a base de plantas son inocuos e incluso ventajosos por su supuesto carácter "natural", un razonamiento poco compatible con el hecho de que su efecto terapéutico se achaque a su contenido en principios activos con actividad farmacológica. Esta falsa percepción se basa en la tradición de su uso en lugar de en estudios sistemáticos que evalúen su seguridad, que por lo general no existen. Sin estos estudios, únicamente pueden ser detectados aquellos riesgos evidentes, muy frecuentes y de ocurrencia inmediata. ​ Tóxicos y venenos, como pueden ser la cicuta, el cianuro, las toxinas de las setas venenosas y el veneno de escorpión, son productos tan naturales como la miel de abeja. ​
Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversasintoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias. Se han descrito interacciones de relevancia clínica entre plantas y medicamentos, por lo que resulta imprescindible comunicar al médico el consumo de preparados naturales. Es necesario el mismo control médico estricto con las plantas medicinales que con los medicamentos de síntesis. ​
Asimismo, se han notificado en los productos a base de plantas medicinales problemas de confusión entre unas plantas y otras, además de contaminación con pesticidas, metales pesados y medicamentos.

Herbolaria Ancestral o Plantas medicinales en Chile.

La curación de enfermedades a través de plantas medicinales es una práctica de origen popular y asociada a los pueblos originarios. Su uso se ha mantenido hasta el día de hoy siendo sistematizado por científicos y también ampliamente criticado por su mal uso.
La curación de las enfermedades por medio de raíces, flores, hojas y cortezas vegetales es una práctica que suele vincularse a métodos de curación alternativos, cuya raigambre es popular y generalmente asociada a la sabiduría de nuestros pueblos originarios. Aunque las "agüitas" gozan de gran aceptación en Chile, sobre todo después de un abundante banquete, el empleo de cataplasmas, ungüentos, emplastos, cocimientos y filtros herbales suele atribuirse más a costumbres supersticiosas que a genuinas formas de sanación.

El actual predominio alopático nos hace olvidar que, desde tiempos remotos, los seres humanos han intentado curar sus dolencias con los elementos naturales disponibles en su entorno próximo, y que las plantas medicinales fueron cruciales en la medicina colonial chilena. En ella se fundió el conocimiento ancestral aborigen, con el aporte de los conquistadores españoles, quienes trajeron consigo hierbas sanadoras de origen extranjero.

Estos elementos constituyeron gran parte del acervo farmacéutico de Chile tradicional, que fue prescrito tanto por médicos y cirujanos, como por curanderos populares, boticarios y yerbateros; roles que se confundían fácilmente en tiempos anteriores al desarrollo de la microbiología, y que eran socialmente valorados en función de la recurrente amenaza de las pestes y de los malestares físicos habituales de la población.


El primer gran espaldarazo científico para las virtudes medicinales de las plantas chilenas fue suministrado por los grandes naturalistas Claudio Gay (1800-1873) y Rodulfo Amando Philippi (1808-1904), quienes consignaron en sus obras muchas de las propiedades terapéuticas asociadas a nuestra flora endémica. Posteriormente, médicos como Adolfo Murillo y farmacéuticos como Ángel Vázquez Galdámez se interesaron por sistematizar estos conocimientos tradicionales, generando estudios científicos sobre el herbolario nacional.
Elementos medicinales.En el metabolismo normal de todos los seres vivos, el organismo produce algunas sustancias a partir de los nutrientes obtenidos del medio; algunos de estos compuestos químicos forman parte del proceso en todas o casi todas las especies, mientras que otros reflejan las peculiaridades de cada una de ellas. Entre los compuestos de la primera clase —llamados metabolitos primarios— se cuentan los glúcidos y lípidos, aprovechados en la alimentación; los compuestos de uso terapéutico, por el contrario, corresponden normalmente a los metabolitos secundarios, y aparecen en organismos específicos. Pocas veces la función que estos cumplen en la medicina se corresponde con la que cumplen en el ciclo vital de la planta en cuestión; la digoxina, por ejemplo, que se concentra en las hojas y flores de Digitalis purpurea como tóxico para evitar su consumo por animales herbívoros, se emplea terapéuticamente como inotrópico para los pacientes que padecen de arritmia cardíaca. Otros compuestos usados en medicina son utilizados por la planta para atraer agentes polinizadores.
Extracción y empleo.Sólo raramente la planta entera tiene valor medicinal; normalmente los compuestos útiles se concentran en alguna de sus partes: hojassemillasflorescortezas y raíces se utilizan con relativa frecuencia.
Los modos de aplicación varían del mismo modo; una forma frecuente de empleo es la infusión, en que el principio activo se disuelve en agua mediante una cocción más o menos larga. La tisana resultante se bebe; plantas empleadas de este modo incluyen la tila (Tilia platyphyllos), cuyo principio activo es el eugenol, la pasionaria (Passiflora edulis), cuyos principios activos incluyen el harmol y el harmano, o el mismo café (Coffea arabica), cuya infusión contiene cafeína.
Otras plantas se preparan en tinturas, se comen, se inhala el humo de su combustión, o se aplican tópicamente​ como emplastos​ o cataplasmas.
Preparación y administración.La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de estas debe estar acompañada de los máximos cuidados, para garantizar el buen suceso del tratamiento. Contrariamente a la creencia general, los mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o con preparaciones caseras. El hacer extractos de plantas procesadas permite obtener más principios activos.
Cataplasma y emplasto
La cataplasma se prepara machacando la parte de la planta que contiene las propiedades curativas que se pretende usar, se puede llegar a calentar y se aplica directamente sobre el área afectada que se quiere tratar.
Para preparar el emplasto se puede mezclar la parte de la planta a utilizar con una harina, arcilla o similar logrando una pasta que se aplica sobre el área afectada, al igual que la cataplasma. No obstante el emplasto también se puede aplicar solo con la planta resultado de la cocción.
Cocimiento
Se prepara hirviendo durante algunos minutos (del orden de los 5 minutos) la planta y luego se filtra. Debe verificarse que el calor no afecte o destruya los principios activos. Esta forma de usarse es apropiada en general para las partes duras de la planta, como son: troncos, raíces, cortezas y semilla. Las semillas tiene que dejarse en la sombra durante 3 días
Compresa
Es una preparación similar a la cataplasma, pero en este caso en lugar de aplicar la planta directamente, se utiliza una extracción acuosa, aplicada a un paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes, generalmente aplicadas en el caso de inflamaciones y abscesos; o bien frías, preferibles para tratar casos de cefalea o conjuntivitis.
Ensalada]
Es una forma de ingerir las hierbas medicinales en una forma directa, sin ninguna modificación o transformación consecuencia del procesamiento. Se lavan y desinfectan las partes de la planta que se piensa ingerir, y se prepara como una ensalada tradicional, eventualmente mezclándola con otras verduras o vegetales, sazonándolo sal, aceite de oliva y vinagre o limón. La base de la gran mayoría de las ensaladas suele ser una verdura cruda de hoja verde. Inclusive hace no muchos años, en la cocina eso se reducía prácticamente a la clásica lechuga, Lactuca sativa, que se puede consumir todo el año.
Extracto
Los principios activos de las plantas medicinales se obtienen también por un tipo de extracción llamada “sólido-líquido”. Este proceso consta de tres etapas:
2.   Disolución de las sustancias extraíbles;
3.   Difusión de las sustancias extraíbles disueltas fuera de la célula vegetal.
La forma de extracción más frecuente es por maceración, este proceso tiene algunas ventajas sobre la percolación y contracorriente. También se puede procesar la extracción mediante métodos que involucran el ultrasonido, el eléctrico, y el vórtice (turbo). La extracción de los extractos requiere un cierto equipamiento y conocimiento de procesos químicos.
En su presentación final pueden ser: tinturas (1:10); extractos fluidos (1:2), blandos, con una consistencia parecida a la miel, viscosos o firmes (masas plásticas, que licúan al calentarlas), secos (cuando se ha desecado la mezcla) y nebulizados (obtenidos por atomización del disolvente.)
Gargarismo o enjuague
Es la aplicación de un líquido a la cavidad bucal. Se usa para lograr la acción local en la boca y/o garganta y así limpiar de secreciones, bacterias e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir infecciones bucales o respiratorias. Para prepararse el líquido puede usarse una infusión, un cocimiento o un jugo de la planta.
Infusión]
Es la forma de preparación más frecuente y sencilla, se le denomina también apagado o té. Forma parte de una cultura de consumo de hierbas aromáticas que se usan no solo para fines medicinales. Consiste en poner en contacto las partes de las plantas con agua hirviendo por unos minutos, dejando que se enfríe progresivamente. Al no usarse calor directo, garantiza que sus partes no sufren deterioro. Más frecuentemente se usa para las partes blandas de las plantas como hojas y flores
Jarabe
Los jarabes se preparan extrayendo con agua los componentes activos o medicinales de la planta y disolviendo luego en esta una gran cantidad de azúcar o miel como preservante. Puede prepararse a partir de extractos hidroalcohólicos, conservarse por períodos largos y se le suele dar un sabor agradable para facilitar su administración a los niños. La preparación se inicia en forma semejante a la infusión, pero se deja reposar algunas horas y luego se filtra el líquido, se agrega el azúcar o la miel, se diluye y se lleva a hervir algunos minutos para coagular las sustancias albuminosas, luego se cuela y se guarda en botella o frasco de color ámbar, se etiqueta y se guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y protegido del calor y de la luz.
Jugo
Los jugos se obtienen al exprimir o licuar las plantas frescas o sus frutos. En algunos casos, sobre todo para tubérculos o raíces se recomienda ponerlos en remojo durante un período de 8 a 12 horas antes de exprimirlos.
Lavados
Es la aplicación de infusiones, cocimientos o tinturas diluidas para tratar tópicamente afecciones externas localizadas, como heridas, llagas, úlceras, hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel o de las mucosas.
Lavativa o enema
Es la aplicación de un preparado que se introduce a través del ano con una técnica especial, para la cual el que la aplica debe estar capacitado. Se aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe permanecer acostado, durante la aplicación y durante un tiempo de por lo menos una hora después de la aplicación.
Polvos
Los polvos se obtienen pulverizando la planta seca, el material puede ser retriturado y tamizado varias veces, hasta alcanzar el tamaño deseado de las partículas. Los polvos vegetales son fáciles de manejar, formular y acondicionarlos en preparados fitofarmacéuticos, a través del mezclado, encapsulado y de la compresión. Existen dudas acerca de la bio-disponibilidad de los principios activos medicinales extraíbles naturalmente de polvos de plantas secas que toman en cápsulas o tabletas, ya que la absorción en esta forma es mínima. Se puede aumentar la absorción diluyendo los polvos en líquidos o mezclándolos en alimentos sólidos.
Preparados fitofarmacéuticos
Los extractos obtenidos industrialmente deben reunir al menos cinco aspectos: la materia médica, donde se encuentran los principios activos debe ser adecuadamente molida, la extracción debe efectuarse con el disolvente adecuado, puede extraerse por maceración o percolación, la concentración debe ser por un método que no afecte el principio activo y algunas drogas requieren tratamientos preliminares antes de usarse. Con extractos procesados es posible hacer preparados fitofarmacéuticos que son más fáciles de dosificar, tales como formas sólidas (tabletas, grageas, tabletas efervescentes, cápsulas de gelatina dura, gránulos), formas líquidas (jarabes, gotas, soluciones, suspensiones en cápsulas de gelatina suave) y formas para uso local (cremas ungüentos, pomadas, geles, colirios y supositorios).
Tintura
Se obtiene dejando en contacto la parte de la planta seca a utilizar, con una mezcla de alcohol al 40% en agua durante 3-5 días, con agitación diaria y filtración. Las tinturas se usan de base para la formación de elixires que contienen mezclas de varias plantas y sustancias estabilizantes como el glicerol. Tienen la ventaja de ser más estables y de fácil dosificación. ambienten c44
Vapores
Los vapores de ciertas plantas, emitidos por la acción del calor, son utilizados para el tratamiento de las afecciones del aparato respiratorio.

Investigación y síntesis

Mientras la medicina herbal tradicional utilizaba partes o extractos vegetales, la necesidad de comprender con precisión el uso de los distintos componentes, de graduar con precisión la dosis empleada y de elaborar de manera estandarizada fármacos homogéneos han llevado a que la mayoría de las drogas producidas por la industria farmacéutica contengan sólo el o los principios activos. En algunos casos, éstos aún se obtienen del procesamiento de las plantas medicinales; en otros casos, éstos se investigan para aislar el principio activo, y éste se sintetiza luego de manera artificial. La investigación de las propiedades medicinales de una planta es una labor compleja, que abarca desde los informes etnográficos de los etnólogos hasta el análisis de laboratorio de químicos y médicos.

Biodiversidad

Muchas especies medicinales identificadas científicamente sólo recientemente proceden de biomas amenazados. Existe una preocupación no desdeñable entre los biólogos acerca del impacto que el crecimiento en el consumo de especies posiblemente amenazadas produzca sobre la supervivencia de las mismas, y el estudio del cultivo sostenible de las mismas es una preocupación importante.

Uso clínico: factores limitantes

Tradicionalmente, las plantas medicinales sirvieron como remedios para aliviar síntomas o tratar enfermedades, con resultados dispares. Debido a su actividad farmacológica, actuaban directamente sobre el organismo, produciendo cambios significativos en su funcionamiento. En este sentido, estas plantas eran estrictamente fármacos (o drogas) con capacidad de operar, alternativamente, como remedios o venenos, dependiendo de las dosis, la oportunidad, la vía de administración, la idoneidad de quien las indicaba, la constitución del sujeto tratado, entre otros factores.
En el curso del siglo XIX, se aislaron los principios activos de las especies vegetales con mayor impacto en la clínica médica. Hasta entonces, las limitaciones intrínsecas de las fórmulas vegetales habían impedido la titulación de valores óptimos para dosis activa mínima, margen de seguridad de la sustancia, y dosis letal media. En este sentido, se veían incrementados los riesgos de sobredosis agudas o intoxicación accidental. Lo mismo sucedía con la incidencia de reacciones adversas imprevistas, por causa de alguno de los innumerables compuestos presentes en los preparados naturales.
Incluso en la actualidad, persiste la predilección del público no especializado por las formulaciones vegetales. No obstante, estudios sistemáticos han establecido de manera concluyente la mayor fiabilidad de las moléculas aisladas. Para el caso de sustratos vegetales administrados con fines terapéuticos, el perfil de eficacia y seguridad es claramente desventajoso respecto del que cabe atribuir a sus principios activos en forma pura.

Plantas medicinales: ¿cómo extraer sus principios activos?
El uso de plantas medicinales como herramientas para establecer la salud y el bienestar, ha sido utilizada en todas las culturas desde tiempos antiguos.
Hoy en día el uso de las plantas medicinales va en aumento ya que son productos muy útiles no solo para curar enfermedades sino también para prevenirlas

Planta Medicinal: cualquier vegetal que contenga en sus distintas partes, alguna sustancia con actividad farmacológica que se pueda usar con fines terapéuticos

Droga Vegetal: parte de la planta que contiene el principio activo y que se utiliza con fines terapéuticos.

Principio Activo: sustancia química responsable del uso terapéutico de una droga.

Las drogas vegetales se obtienen de plantas medicinales que se pueden clasificar según su origen.
  1. Especies autóctonas, también denominadas indígenas: que son originarias o propias de una zona, región o país.
  2. Especies alóctonas: son propias de otras zonas
Las plantas medicinales pueden ser:
  1. Silvestres: crecen espontáneamente
  2. Cultivadas: crecen con un sistema que controla todo el proceso de producción.

Recolección de las plantas medicinales Secado de las plantas medicinales.

Secado plantas medicinales
Las plantas medicinales, al ser arrancadas de su medio natural, ven alterado su equilibrio metabólico y proliferan reacciones y fenómenos que deterioran la parte de la planta recolectada que contiene el principio activo.
El principal responsable de la alteración de la planta medicinal, una vez recolectada, es la elevada presencia de agua. Al descender el agua, las enzimas detienen su actividad, quedan inhibidas y la parte de la planta medicinal recolectada se conserva.
Los procedimientos utilizados para eliminar el agua son:
  1. Secado Natural: procedimiento más lento, más económico y menos efectivo.
  2. Secado Artificial: es adecuado porque permite controlar la temperatura, la humedad ambiental y el tiempo que dura el proceso.
Liofilación: es un método eficiente para reducir el agua de la planta. Es un método caro.

Almacenamiento de plantas medicinales

Dependen de las características propias de cada especie y de la parte de la planta utilizada, pero hay condiciones que hay que considerar, como son:
  1. Almacenar en un lugar fresco: la temperatura es un factor importante, ya que el calor produce pérdida de los principios activos y el frío excesivo favorece la proliferación de hongos y mohos.
  2. Almacenar en un lugar seco: el exceso de humedad excesiva favorece el deterioro de la droga vegetal
  3. Preservar de la luz: principalmente de la luz ultravioleta que acelera el deterioro de la droga vegetal
  4. Aislación: el contacto con el aire facilita la oxidación de los principios activos, acelera el enranciamiento de las grasas y facilita la llegada de parásitos y mohos.
Luego de recolectar y secar las plantas medicinales, hay que aislar el principio activo de la parte de la planta que tiene efectos terapéuticos.
Hay varios métodos extractivos para obtener los principios activos de las plantas medicinales
Para extraer con disolventes los principios activos de una planta medicinal


  • Se debe trabajar con drogas desecadas
  • Utilizar mezclas hidroalcohólicas, porque el agua es un buen disolvente, pero poco selectivo de principios activos.
  • Se puede utilizar temperatura para favorecer la extracción de los principios activos, pero esta no debe ser superior a 50ºC
  • Revisar las propiedades de la planta para determinar cuánto tiempo se debe exponer la planta medicinal al disolvente
  • Cuando la droga está en contacto con el disolvente se produce una difusión de los principios activos de la droga hacia el disolvente, hasta que llega a un equilibrio. Por esta razón es conveniente renovar el disolvente en la mitad del tiempo, que indican las propiedades de la planta medicinal que se debe exponer a un disolvente

Preparaciones extractivas de plantas medicinales

Infusión

Si sabemos cómo preparar un té ya sabemos cómo preparar una infusión.
Es probablemente el método más sencillo de utilizar con plantas medicinales, pudiendo prepararse, tanto a partir de la planta fresca como de la planta seca.
Pero en el caso de usar planta fresca se debe considerar el triple de gramos a usar de una planta seca.
Partes de la planta que se utilizan: hojas, flores o tallos verdes.

Preparación

  • 30gr de planta medicinal seca
  • 500gr de agua
  • Filtrar la preparación al enfriar utilizando una gasa
Conservar en refrigerador en botellas cerradas herméticamente máximo 5 días

Decocción

Se calienta la preparación hasta ebullición y hervir a fuego lento durante el tiempo recomendado por cada planta medicinal y luego filtrar la preparación
Partes de la planta que se utilizan: raíces, rizomas, maderas, corteza, frutos secos y algunas semillas
Preparación
  • 30gr de planta medicinal
  • 500gr de agua
  • Filtrar la preparación al enfriar utilizando una gasa